Como con todos los bienes y servicios, el precio de los productos de granos y oleaginosas se determina por la intersección de la oferta y la demanda, las cuales son afectadas por muchos factores.

Como es de esperarse, uno de los principales factores que afecta a la oferta en el mercado de granos es el clima. Desde que el hombre comenzó a cultivar granos y oleaginosas, los productores han estado a merced de la madre naturaleza, con la esperanza de un clima ideal para lograr una cosecha óptima.

Las condiciones de sequía causadas por una lluvia escasa tienen como efecto la reducción de los rendimientos de los granos, lo cual reduce la oferta e incrementa los precios.

Demasiada lluvia podría retrasar la cosecha, lo cual también podría reducir la oferta y causar precios más altos. Sin embargo, esto también podría disminuir la calidad de los granos, lo cual realmente podría reducir la demanda a medida que los compradores buscan sustitutos para satisfacer sus necesidades.   

La llegada de una helada tardía durante la primavera cuando comienzan a aparecer las plántulas, podría dañar las cosechas, afectar la calidad y disminuir el rendimiento y la demanda de los granos disponibles.

En algunos casos, tal como en el trigo de invierno, pocas nevadas significa que no recibirá el aislamiento necesario para protegerlo del severo frio invernal. 

Además del clima, los precios de los insumos requeridos para cultivar granos, tales como las semillas, combustible y fertilizante, también impactarán a la oferta.

A menores precios de insumos se aumenta la rentabilidad esperada y se alienta a que el productor plante más acres, aumentando potencialmente la oferta.

Mejores métodos de producción, incluyendo una mejor tecnología, mejores fertilizantes y una administración de recursos más eficiente, también estimularán los rendimientos de las cosechas y la oferta de granos.

La demanda de productos de granos y oleaginosas está influenciada por varios factores, incluyendo los cambios demográficos, el crecimiento económico y los cambios en la alimentación y los patrones de consumo.

El crecimiento global de la población, especialmente en Asia, significa más bocas que alimentar alrededor del mundo, lo que causa un aumento en la demanda de todos los productos alimenticios, incluyendo a los granos y oleaginosas.

El crecimiento económico, particularmente en países en desarrollo, fomenta que más personas en estas regiones emigren de áreas rurales a áreas urbanas en donde tienen mayores ingresos. Tener mayores ingresos les permite ser más selectivos en los alimentos que consumen, eligiendo normalmente alimentos con mayor contenido de proteína. Los granos y oleaginosas son usados considerablemente para producir proteína para el ganado y el crecimiento económico aumenta significativamente la demanda de los mismos.

Por último, el constante cambio del consumo y las tendencias alimenticias, tal como las dietas bajas en carbohidratos y las libres de gluten, tienden a disminuir la demanda de ciertos granos enteros y de alimentos básicos basados en granos. Sin embargo, estas tendencias muy a menudo se compensan con el consumo de carne, pescado y aves de corral, lo que lleva por otro lado a un aumento en la demanda de granos y oleaginosas que se usan para elaborar alimento para ganado.

Estos son solo algunos de los factores clave que afectan a la oferta y demanda de granos y oleaginosas. Existen otros muchos factores que juegan un papel en la oferta y demanda, tal como la energía, las tasas de interés y el riesgo cambiario.

Ya que es difícil predecir la medida en la que estas condiciones impactarán a los mercados de los granos y oleaginosas, esto causa volatilidad en el mercado ya que cada usuario tiene diferentes expectativas de las diferentes causas y efectos.

En los mercados de futuros los participantes buscan tomar posiciones sobre lo que ellos piensan serán los precios de granos en el futuro. En última instancia las fuerzas de la oferta y demanda se encuentran para descubrir el precio de venta y los precios de los futuros convergen. 

En cada etapa de la cadena de los granos y oleaginosas, desde el cultivo, el crecimiento y la cosecha, hasta la exportación, la molienda y el horneado, los participantes del mercado enfrentan volatilidad y el riesgo de movimientos adversos de precios a causa de las peculiaridades de la oferta y demanda.

Los futuros y opciones de granos y oleaginosas ofrecen un medio para administrar este riesgo, así como para aprovechar potenciales oportunidades de ganancias.